That Girl.
-Te amo-, me dijo. Sus palabras fueron dos, y perfectas. No entraba en mi cabeza que yo, Antonella, este con el hombre más perfecto del mundo, con el que soñé, por el que lloré toda mi vida.
Habían pasado cuatro semanas, exactamente un mes desde que lo vi en ese escenario. Desde que lo miré, desde que sus ojos brillaron.
Habían pasado cuatro semanas desde que cantó All about you mirandome, desde que me enamoré de él. Yo lo amaba, pero de otra forma. Porque nunca lo había conocido.
Esas cuatro semanas fueron especiales.
Primero, el día del concierto estaba con mis amigas, una es Flo, loca por Tom Fletcher, el cual la vió con su remera de Yoda, y se le acercó a hablar. La otra es Sofi, enamorada del baterista más hermoso del mundo Harry, que cuando la vió dejó de tocar en su ensayo. La otra es Flor, enamorada del bajista Dougie, que cuando la vió de espalda le tiró un piropo a lo Poynter. Pero ahí estaba yo, cuando vi a Danny, el chico me miró con su gran sonrisa y se me calló una lágrima. Por eso se acercó y me abrazó. Pude sentir su corazón, su olor a axe de hombre, y sus fuertes brazos tocándome.
Me quedé sin respiración. Pero… La pregunta es cómo los conocimos. Hicimos lo imposible, los seguimos a todos lados, hasta que nos cansamos.
Una tarde, tristes de no poder verlos, nos sentamos en un café, luego de un rato, escuchamos unas voces de ingleses sentados atrás nuestro. Algunos susurros y miradas sentía en mi espalda, al igual que ellas.
Me dí vuelta, y allí estaban. Los cuatro amores de mi vida, y mirándonos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario