domingo, 30 de mayo de 2010

Creo que sos digno de entenderme, y captas mis señales. Pero no sabes ni quien soy, ni porqué estoy acá.
Es raro, tenemos tanto en común. Algún sábado a la noche, tal vez llueva, tal vez no, pero volverte a ver, me haría feliz.

Somos dos extraños perdidos en el mundo.

El otro día lo encontré en una fiesta. Tal como lo esperaba: pelo rubio, atuendo correcto. Quién sabe si él era el hombre correcto. Sólo sé que teníamos cosas en común. A él le gustaba mirar la luna, a mi las estrellas. A el le gustaba ése tipo de música moderna, a mi el rock. Él era tímido, y yo era una loca más del montón. Éramos iguales, hechos uno para el otro. Y en éso sonó la alarma. Tiempo de despertarse. Mi papá esperándome en el auto. No pude decirle más que 'Bye (siempre mezclaba el inglés con el castellano), espero volver a verte' con una mirada. 'Hasta otro sábado a la noche', me miró.

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