sábado, 9 de octubre de 2010

Creo que alcancé la felicidad (o algo parecido).
Se siente como tocar una nube con la mano, como caminar en la calle del lado soleado, como un amor olvidado. Encontramos nuestro camino, o por lo menos, nos ubicamos en esta vida tan simple, clara y llena de incógnitas (resolviéndolas despejando la vida, restando amor y odio; el resultado son los años de felicidad que restan por vivir).
Estoy amando la vida, amando la razón (tal vez un hombre o dos). Pero luego de éso, es existir, respirar y saber que la razón de esfumó. Mi futuro se lo dejo al destino. Ese futuro que me hace repetir las cosas, que me hace sufrir dos o tres veces, y llorar unas mil. Ese futuro que nos quiebra, pero al mismo tiempo se sigue amando.

Y mientras me das un tiempo para pensar cómo voy vivir sin vos.

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