Cuando una persona no se muestra exteriormente, es especial. Tiene cosas por hacer y por decir, pero no siente que es el momento justo. Lo escuché recién en una película, mientras hacía la tarea de italiano tirada en la cama, llorando por las cosas que perdí, y las que voy a perder. Mientras, completaba con adjetivos los espacios en blanco, pensando en cómo iba a ser mi futuro. Y en cada gota que caía sobre mi cara, se iba un pensamiento divino.
Pienso, justamente en nosotras cuatro. En nuestro futuro y otras cosas. En que lo único que nos unía se va a terminar, que el amor que teníamos se va lejos, a un mundo paralelo, al que quiero escapar de vez en cuando. Las voy a necesitar para luchar, para combatir con el egoismo, para saber que hacer. Me van a hacer falta los momentos que cerramos en suspiros, pero nada termina. Espero que leamos esto en un futuro y solamente, recordemos.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario