martes, 19 de octubre de 2010

Hoy, 19 de octubre. Días pesados, nublados. Es primavera, ya no importa nada. Lola se acuesta en su cama, deprimida. Gino le hacía falta, y los días se le hacían grises. Lola agarró un cuaderno, como solía hacerlo en los viejos tiempos. Y recordó esas clases de dibujo que tanto amaba, las cuales decidió poner en práctica en el momento. Y entonces dibujó lo que más amaba en el mundo: Gino, ése extrangero tan loco, pero dulce. Ésa persona que la conocía como la palma de su mano, como la marca de su perfume. Entonces escribió GINO en color y lo resaltó, como si él la fuera a extrañar de lejos, como si sintiera la pluma rozando la hoja. Y después, en rojo (y con letra pequeña) escribió Je T'aime.

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